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Mostrando entradas de junio, 2009

Un instante global sería suficiente

Justificación. Cuando observo las cosas que vivimos en el mundo, se me ocurre que necesitamos una ayuda universal. Y esa ayuda debe empezar por un mensaje universal y lacónico. Que sea un “instante” significa que es un esfuerzo mínimo. Pero si se quiere puede ser más prolongado. Que sea un esfuerzo mínimo alude a la lucha contra la indiferencia, a que el mayor tiempo pensamos en algo que no atañe a todos. Podría prescindirse de la palabra “global” para hacer el mensaje aún más breve. De cualquier manera debe entenderse que el esfuerzo es de toda la humanidad. La hemos incluido para evidenciar que debe ser al unísono en todo el planeta. Eso magnifica el esfuerzo. Decir que “sería suficiente” conllevaría a preguntarse “¿para qué?”. Obvio, lo necesitamos para hacer el bien. No creo que haríamos un mensaje universal para padecer un mal. Por la misma razón decimos “suficiente” en lugar de “beneficioso”. Pero creemos que no solo es obvio que lo hacemos por el bien, sino que, además, con la

!Devuélvele la carta a Cristina!

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En una tarde fresca de mediados de los años sesenta, la tía Carmen Elena, hoy nonagenaria, disfrutaba a sus anchas la brisa marina en el malecón de Macuto. Poca gente andaba por allí, una que otra parejita y algún niño con su pelota de fútbol. Aquella abrumadora tranquilidad fue súbitamente interrumpida por la presencia de un hombre de algunos 35, 40 años (creo yo), quien también pretendía disfrutar del malecón en una tarde de mitad de semana. El hombre pasó frente al banco que ocupaba la tía Carmen Elena y ésta, al verlo y comprobar quien era, se levantó de su asiento y empezó a reclamarle un sinfín de cosas, siguiéndolo unos pocos metros detrás. En aquella súbita rabia, de esas que hacen atragantar las palabras, era imposible identificar el contenido del libelo acusatorio contra el desprevenido transeúnte, aunque, tal vez por aquellas leyes que buscan registrar las cosas de la vida (pura filosofía de bolero, como decía mi profesor de Derecho Romano, Sebastián Artiles), al menos pudo

"Yo quiero mi yate", dice Rigoberto Lanz.

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Don Rigoberto Lanz dice " Los "propietarios" de acciones navegan plácidamente en sus yates mientras los bolsas de los gerentes se ocupan del trabajo sucio en cada factoría". El Nacional, domingo 14-06-2009, titulado "Manifiesto sobre la propiedad". Está dicho. !Buenísimo!, porque ni más ni menos, exactamente eso, refleja lo que piensan los enemigos de la inversión y la propiedad privada y, por ende, partidarios de los medios de producción en manos de un gobierno. No les gusta eso de la austeridad, vivir con lo suficiente o necesario, cultivar la amistad, caminar tranquilamente por las calles, no, nada de eso. Lo plácido es andar en un yate, eso da nota, eso es del carajo. ¿Cómo envidio esa vaina ?, dicen los que no son ricos ni pueden serlo quiéranlo o no, pero déjame decir entonces de la boca hacia afuera que eso es malo. !Ah " y, por supuesto, el que gerencia la fábrica es un estúpido que nunca tendrá un yate (y lo disfrutará plácidamente, como g

LA CONDENA DEL LÁTIGO NEGRO

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¿Cómo está señor Látigo Negro? Disculpe que lo llame así, pero no sé su nombre, aunque en verdad, no le queda mal. Sí, Señor Látigo Negro, o más aún, Don Látigo Negro, porque ya usted debe tener sus añitos. No digo que bien vividos, porque pasar una buena parte de ellos en la cárcel, por más bien que le haya ido, no pueden ser nunca buenos. Ahora le digo algo muy importante. Tan condenado estuvo usted por lo que hizo, como lo ha estado – y seguramente todavía persiste esa condena, más aún cuando usted obtuvo el beneficio de un indulto – el juez que lo condenó. Don Látigo Negro, desde el momento mismo en que el juez leyó la sentencia que lo condenaba a veintipico años de cárcel y usted juró que lo mataría en lo que saliera libre en cualquier forma, vale decir por condena cumplida, fuga o indulto, como fuese, todos los días le retumba en la cabeza su propia sentencia. Usted no sabe, señor Látigo Negro, lo que es levantarse una mañana y enterarse en la prensa que hubo una fuga en el Inte

Recursos del humor para el amor.

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Entenderse con su pareja llega a ser un acto de suprema inteligencia, en el cual puede prevalecer – no lo sé – el deseo de conservarla, la necesidad que se tiene de ella o el puro y simple amor, aunque esto último no sea tan fácilmente aceptado, de acuerdo a estos casos que se expondrán. El negro Mateo, a fuerza de madurar con sus vivencias, elaboró una técnica precisa para contactarse con su pareja en la madrugada, después de llegar ebrio en la madrugada. Por supuesto, previamente habría cometido el insalvable error de pedirle a Berta que le trajera una manzanilla para el ratón cuando en realidad era Bernarda quien estaba su lado. Pasado el festín y su borrachera, el negro Mateo puso en práctica su nueva estrategia; se acomodó en su cama y al despertarse en la madrugada, constató de qué lado de la cama matrimonial estaba ubicado. Luego abrió solo el ojo opuesto a aquel donde se encontraba su pareja y miró al techo: “Platabanda” quiere decir que estoy casa de Berta; “tejalit”, signifi