YO, EL HELIOGÁBALO
Hace un montón de años atrás, nos encontrábamos viendo el puente viejo de San Cristóbal, Estado Táchira, entre otras personas, mi compadre doble, amigo, colega y socio Dr. Omar Aldana Becerra, q.e.p.d. y su distinguida madre doña Josefa de Aldana. Repentinamente, esta última, sin que mediara nada, expresó en tono jocoso, refiriéndose a mi persona: ¡ Ese Vicentico come más que un heliogábalo ¡ Nadie dijo nada y yo, el señalado, opté por guardar silencio e inmediatamente vinculé al heliogábalo con una figura que le enseñan a uno en Educación Artística, en bachillerato, como un animal prehistórico que seguramente tenía alguna razón que lo vinculaba conmigo y mi forma de comer. Comentando esto hoy, muchos años después, ante unos de m...