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Con lo mío mío mío, con lo mío no te metas.

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Me tocó viajar una vez con un cliente a la ciudad de Caracas y en el camino encendió la radio. Allí salió la bella voz de la bella mujer Cristina Maica con la canción esa que en una de sus partes dice "con lo mio mío mío, con lo mío no te metas" El cliente enseguida cambió la emisora con cierta rabia. Le pregunté porque reaccionaba de esa manera y me dijo tajante: " Cristina Maica gana un realero con esa canción en la que clama que con lo de ella no se metan, pero ella si se puede meter con lo de uno, fíjate que tiene tres meses que no me paga el alquiler del apartamento que le tengo arrendado." Buena razón, esa. Cristina en ese tiempo estaba apenas empezando y quizás tendría algún tropiezo económico - pienso yo - pero, gracias a Dios, ya hoy es una mujer triunfadora en todo sentido. Así que, pues, puede seguir reclamando con vehemencia que no se metan con lo de ella.

Super machos venezolanos.

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Dentro del género de los super machos venezolanos, así identificados por ellos mismos, los camioneros y conductores de busetas parecen ser los más fieles exponentes. Por toda Venezuela puede observarse en los vidrios de las unidades que conducen, expresiones, frases y hasta simples palabras alusivas a sus alegadas cualidades. De tantas que he visto, siempre he tenido como la más expresiva, una buseta que circula entre Morón y Tucacas, en la que puede leerse en el vidrio trasero "El papi de todas". ! Arrechísimo ¡ Ayer 27 octubre me tocó ver en la Avenida Aragua de Maracay este ejemplar, que bien pudiera quitarle el título al anterior. Nada más ni nada menos que "El Castigador". Aunque tal vez no sea por eso que estamos imaginando que lo llamen "El Castigador", sino porque el hombre transporta y comercia nada menos que agua. Algo que está escaseando y escaseará más. Tenerla, en verdad, es un lujo y quien como "El Castigador" la posee en abundancia...

La poesía futurista del poeta de La Palmita.

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Nosotros lo bautizamos como el poeta de La Palmita. Lo conocimos en ese sitio que aparece en la foto, ubicado en la carretera Capadare-Mirimire del Estado Falcón. Era un obrero de Venepal, allá en Morón, quien al salir de su trabajo los viernes en la tarde, agarraba el primer autobús que pasara, llegaba su casa, se cambiaba y se iba con su gigantesco perro al bar de La Palmita, a meterse unas elodias (birras, espumosas, etc.) Lo único que cargaba encima además de lo natural, eran unas hojitas de papel con líneas o cuadriculadas, donde bajo los efluvios del alcohol estaban unas cuantas poesías de su propia inpiración. Una de ellas era de ese género, cuyo nombre ignoro, que empezaba por "Amor es..." y luego venía el rellenito; repetía otra vez "Amor es..." y otro rellenito. Esta era de amor, un intento desesperado por expresarle a su amada compañera de vida sentimental algo apropiado, pero no exento de las necesiddes terrenales. En medio de la poesía decía: " Am...

El "marronismo": Una anécdota del deporte.

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Es una expresión común, sobretodo cuando ya uno le ha dado varias vueltas a la guaya del kilometraje, decir u oir " ya a mi se me agotó la capacidad de sorpresa..." ó " no hay vaina que yo no haya visto..." Bueno, les traigo hoy una anécdota de algo que viví hace más de treinta años, cosas que nunca pasan de moda. Resulta que la tarde de un domingo, a eso de las 5 , entro al famoso stadium municipal "Julio Bracho" de Maracay para ver un partido de fútbol entre dos conocidos clubes de la localidad. Llegué tarde y ya estaba terminando el segundo tiempo. Al acercarme a la línea de cal, veo al puntero izquierdo, gran amigo mío y también abogado, que volaba con su gran habilidad con el balón en los pies, rumbo al arco contrario. Hasta ahora nada extraño, eso era lo que tenía que hacer. Pero cuando se va acercando peligrosamente, el dueño del equipo empieza a gritarle que ya está bueno, que no siga metiendo goles, que ya va a terminar el partido. Pero mi amigo,...

En memoria de un Registrador.

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El Dr. Héctor Alfaro Ortiz, fallecido hace apenas dos días, gran amigo y buen ciudadano, es el protagonista de esta anécdota, la cual quiero recordar en homenaje a su enorme fibra de jodedor, de la cual hizo alarde durante muchos años. Por allá por los mediados de los años 1970, nuestro amigo se desempeñaba como Registrador Subalterno del entonces Distrito Girardot (Maracay) , en una oficina que quedaba en lo que es hoy día la Torre Cosmopolitan, oficio este que desempeñaba con absoluta pulcritud y dedicación. Alfaro Ortiz era gran jugador de dominó, diversión a la que dedicaba buena parte de sus horas libres. En cierta ocasión, se encontraban reunidos varios abogados jugando dominó y uno de ellos había estado trajinando todo el día en el registro a cargo del Dr. Alfaro para protocolizar un documento, ejercicio este en el que había estado a punto de perder la paciencia, en vista de las innumerables exigencias que el Registrador le hacía. Alfaro Ortiz se había ya hecho famoso en el gre...

! Fuera la caña de las escuelas ¡

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Esta noticia aparecida en el diario "El Nacional", sección Ciudadanos, del día de hoy 29 de septiembre del año 2009, nos invita a varias reflexiones y conclusiones, razón por la cual se hará necesario que las autoridades competentes aclaren y definan el mensaje. Es posible que algún gobierno se haya valido de los bebedores, que generalmente lucen como distraídos e inofensivos, para aprovechar de realizar trabajos especiales, por ejemplo espionaje (siempre tan de moda), y que algo haya salido tan mal que obligue a evitar que se les siga utilizando en esas labores. La ley anterior debe resultar hoy día anacrónica, porque se limitaba a prohibir la instalación de expendios alcohólicos en las cercanías de los colegios, quedando siempre la posibilidad que sí pudieran andar cerca los bebedores y entonces se resolvió prohibir también la cercanía de estos en las adyacencias de los centros educativos. Seguramente, este mal ha llegado a tales extremos que los bebedores, en medio de sus ...

¿ Un abogado para una mentada de madre ?

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Recuerdo que, a final de los años setenta, un amigo mío visitó a un abogado penalista para que acusara penalmente a un vecino suyo, porque le había mentado la madre delante de varias personas. Una injuria, pues. El abogado le pidió para el “papeleo” (que término tan bueno) y como adelanto de honorarios profesionales, dos mil bolívares, que vienen siendo más o menos como dos mil bolívares fuertes actuales. Mi amigo regresó cabizbajo a su casa, seguramente diciendo “!que riñones, dos mil bolívares por una mentada de madre...” o “ si me la nombra diez veces más tendré que entregarle la casa...”. Seguramente, en el mejor de los casos, vendría resignado pensando: “! No jó, después de todo, qué importancia tiene una mentada de madre...” Creo que antes que ir a casa de un abogado, sea más útil proveerse de un glosario de conjuros o contras, que hay bastantes, por cierto, como aquella famosa “la tuya...” o “la tuya que es mi comadre...” y una un poco más extrema como aquella de “la tuya que...