VERDADES DEMOLEDORAS.
Hace unos años,
la mamá de Chuíto Bertera, nuestro gran amigo, estuvo haciendo lo imposible
para que su hijo no se casara con la novia que tenía.
Cuando finalmente comprendió que sus
esfuerzos eran inútiles, apeló a sus amigos, nosotros, para que tratáramos de
convencerlo de evitar su enlace matrimonial.
Nos convocó a una pastelería y nos
expuso el porqué de tan empecinado objetivo. Dijo que se había enterado que la
novia de Chuíto, al terminar su anterior matrimonio, había lanzado una guerra
total contra su esposo, lo amenazó, lo persiguió en varias ocasiones, le botó
sus cosas personales, lo denunció en la policía y otras misicusias más.
Así las cosas, fuimos a entrevistarnos
con el gran amigo y le contamos sobre la preocupación de su mamá y todo lo que
pensaba y sabía de la candidata.
Chuíto reaccionó alegando que su
prometida era una mujer de buenos principios.
Y nosotros le dijimos que su mamá no negaba
que su novia fuese de buenos principios y que lo que pasaba es que creía que
era ¡ de malos finales ¡.
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