VOZ DESCARNADA: José Ramón Arias.
En realidad, quien declarándose opositor
al gobierno, resuelva votar contra el candidato elegido en Aragua por la
oposición (o resuelva votar nulo o abstenerse) no hace otra cosa que poner de
manifiesto lo que ignora de sí mismo y es su ADN pesuvista. Y eso es válido,
políticamente inobjetable. Lo que no tienes que hacer es calificarte como
opositor si, precisamente, estás contribuyendo al triunfo del adversario.
Los dioses de la política presagian que
José Ramón Arias está pensando en lanzar su candidatura aparte.
He tenido la fortuna de conocer e
intercambiar algunas pocas opiniones con este joven político aragüeño y lo creo
dotado de habilidades que lo convertirán pronto en una referencia de la
política regional. Ya ha comenzado el trajín, al salir de abanderado de un
sector de oposición. También ocupa una curul
en el Consejo Legislativo, desde donde me aseguran ha sabido crecer en las
dificultades que hoy día atravesamos todos los venezolanos.
Lanzar una candidatura aparte es una
forma - que llamaría grotesca - de deslealtad. Tú aceptaste las reglas del
juego y un árbitro que ha decidido en tu contra. ¿Y qué hicieron tus asesores
políticos y tus abogados? Ese que está pensando no es una opción.
Seguramente, algunos te avivarán ese
lance, pero hoy o en otro momento posterior, pensarán que eres capaz de repetirlo
y entonces puede ser que en esa ocasión te vean con un ojo abierto y un puñal
en una mano (son metáforas, amigo).
Concurrir al proceso te enaltece, a
pesar del trago amargo, y te convierte automáticamente en un político de los que
queremos tener, en lugar de los que queremos olvidar.
Bueno, eso creo, pensando en que tienes
un ADN de demócrata.
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