NOTAS DESDE LA URGENCIA (1)
Estas notas rondan en mi cabeza desde hace un par de años. Me ha resultado difícil escribirlas, pues están ligadas a la profesión de la Medicina, de la cual no tengo título. Pero tengo el derecho personal y universal de un ser humano de opinar sobre cosas que le conciernen. Son notas desde la soledad y el pensamiento, son notas desde la urgencia.
Me parece que es un gran acierto el poder escribirlas desde la condición de un paciente, desde su naturaleza expuesta a conflictos, desde la naturalidad de un conflicto ya presente o en camino de presentarse.
En mi caso personal son el producto de algunos estados anímicos sobrevenidos y de cierta entidad, que jamás creí me pudieran afectar. Ello así porque juzgo que llevo una vida sana y equilibrada, de manera que me parece extraño encontrarme en un conflicto.
Ahora sé que el conflicto es posible en cualquier momento y por la razón menos imaginable.
En esa ocasión en que me sentí un poco aturdido aprendí la primera y más grande y definitiva de todas las lecciones:
Que si no nos enseñaron antes a controlar cualquier aspecto vital con el pensamiento, entonces esta es la hora de aprender a hacerlo.
La base de toda nuestra vida está en el pensamiento.
El pensamiento puede sanar cualquier cosa, pero, desafortunadamente, el pensamiento también mata.
Escogeremos sanar.
Y estas son las notas desde la urgencia de cualquiera que pueda interesarse en un lenguaje sencillo, producto de reflexiones, prácticas y experiencias personales.
No contienen sabiduría.
Solo sirven para que usted haga lo posible por sanarse y tener equilibrio desde su propia urgencia.
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