Laconico

 Hace unos años, la mamá de Chuíto Bertera, nuestro gran amigo, estuvo haciendo lo imposible para que su hijo no se casara con la novia que tenía. Cuando finalmente comprendió que sus esfuerzos eran inútiles, apeló a sus amigos, nosotros, para que tratáramos de convencerlo de evitar su enlace matrimonial. Nos convocó a una pastelería y nos expuso el porqué de tan empecinado objetivo. Dijo que se había enterado que la novia de Chuíto, al terminar su anterior matrimonio, había lanzado una guerra total contra su esposo, lo amenazó, lo persiguió en varias ocasiones, le botó sus cosas personales, lo denunció en la policía y otras misicusias más. Así las cosas, fuimos a entrevistarnos con el gran amigo y le contamos sobre la preocupación de su mamá y todo lo que pensaba y sabía de la candidata. Chuíto reaccionó alegando que su prometida era una mujer de buenos principios. Y nosotros le dijimos que su mamá no negaba que su novia fuese de buenos principios y que lo que pasaba es que

A los pescadores no los azota la noche interminable de plaga, bajo el cobertizo de paja, cercanos a las moradas de las serpientes, porque más puede la espera por tu llamado para correr en busca de los peces en el bajo, cerca del galeón español que nadie ha podido penetrar. No sé ni me podré explicar jamás cuántas coincidencias se dieron para que pudiéramos llegar hasta allí, hasta ese lugar donde moras. Algunos de los restos de tus hijos, allá en el alto, se fueron cerro abajo cuando la tierra lo forzó abatida por el tiempo. O los profanaron. Pero tus hijos aún vivos supieron que tú morabas allí por la heredad del amor. Allá en el fondo de la mar, barcos simulan pasar con un destino incierto. Los capitanes saben donde moras. Las noches deben ser silenciosas desde hace siglos.  Brisas interminables también simulan traer mensajes de otros lugares. Es el mundo entero que se apacigua en tu morada. El haz de luna, que tiñe el mar y reproduce una luz titilante, hace camino al esp

¿Todos los habitantes de un país somos del pueblo? Todas las palabras que pronuncia un hombre pueden ser útiles, hasta milagrosas. Hablar es un privilegio. Pero nunca jamás habrá una con tanta potencia como la palabra “pueblo”, sobre todo en boca de políticos. Muchos de estos la han amalgamado de forma tal que su utilidad es demoledora. Bastantes políticos dicen “yo me debo al pueblo”, lo que en verdad quiere decir que se deben a “personas pobres y sin formación”. A estos ellos lo llaman pueblo. Así de cierto. Los que así proceden necesitan pueblo, mucho pueblo. Es decir, para ellos es importante que se mantengan pobres y sin formación. Lo peor que les puede pasar a esos políticos-candidatos, es que el pueblo supere la pobreza y se forme culturalmente. Si alguien dijo esto alguna vez, o lo dirá, en verdad no ha dicho nada que no se sepa. Su único mérito es haberlo hecho público. A algunos se les ha ocurrido mofarse de estos políticos, por diversos medios y en diferentes fo

El ejercicio de la abogacía, en esencia, no es otra cosa que una extensión especializada de expresiones naturales del ser humano. El abogado, en ese punto de partida, tiene la función de entender en forma técnica al hombre en sus necesidades vitales y representarlo en cualquier escenario que sea útil.  Conforme a ello, el abogado está moldeado por la sociedad donde se desenvuelve.Mientras más libre y democrática es esa sociedad donde actúa - precisamente porque allí se desarrolla el ser humano que representa - más grande y noble es su actividad profesional.

Sabemos que el "Alma Llanera" es la canción nacional,  El araguaney es el árbol símbolo de Venezuela. El turpial es el pájaro. La orquídea su flor. Yo creo que el sentimiento nacional es el candor, aunque ciertamente no lo sea de una cantidad significativa de personas. Pero ese sentimiento tan virtuoso lo profesan personas de todas las tendencias políticas, de todas las edades, de cualquier parte del país, de cualquier grado de cultura y en cualquier circunstancia.En política, por ejemplo, es un hecho notorio que muchos ciudadanos apoyan o desaprueban a personas o ideas, sin hacer el mínimo esfuerzo para saber porqué lo hacen, es más ni se lo imaginan o hasta ponen caras de sorpresa cuando alguien más avezado se los dice. Prevalece aquel candor, aquella ternura de confiar a ciegas en las personas en quienes creen o ideas que les comunican. Si vamos al plano deportivo, también por ejemplo, se sientan emocionados a esperar las jornadas gloriosas de la vinotinto, tan solo por

Estas breves notas son una nueva alianza, como tantas otras que existen en nuestro país, entre el petróleo y cualquier manifestación vital. El petróleo y la inteligencia abundan en esta nación. De ellos solo emerge una pequeña parte, si las comparamos con el inmenso potencial que hay. Cuesta sacarlos de las entrañas donde se encuentran. Una buena parte de ellos permanecen inexplotados, hasta que algún día emergerán. El Estado, principal responsable de que se encuentren sin uso en buena medida, piensa que no es bueno sacarlos en grandes cantidades de donde se encuentran.