Laconico

Después de una más o menos prolongada etapa de eso que los abogados y sociólogos llaman "inactividad laboral", que en lenguaje coloquial significa "estar sin trabajo" y en el más rupestre

Las experiencias en el interior de los autobuses son infinitas, sobretodo en aquellos en los que se espera que estén más o menos llenos para partir. Hay quienes ofrecen productos y tienen que estar bien preparados para describir sus ofertas, mostrarlos, repartirlos y cobrarlos. Los vendedores de café y comida tienen que servirlos adecuadamente, no ensuciar al pasajero ni al autobús, cobrar y atender a todos quienes los requieren. En esos autobuses, la mayoría en terminales de donde partirán a otras ciudades o poblaciones, se venden relojes, juegos de azar, prendas, franelas, tortas, bolígrafos, cd, perfumes, periódicos, pasatiempos, agua, refrescos y muchas cosas más. En el terminal de La Bandera, de donde mi hermano saldría rumbo a Maracay, tuvo la oportunidad de presenciar un caso original de ese tipo de personas. Un hombre joven, sin mal aspecto pero un poco descuidado, se montó y se colocó al lado del conductor, de frente al abundante número de pasajeros y sin mucha excitación les

Mi amigo Lumbin se encontraba una tarde, tirando ya hacia la nochecita, paseando por una de las avenidas de Valencia, ciudad en la que se encontraba de visita junto con una amiga. Quizás urgido por el deseo de disfrutar de la bella ciudad, o quién sabe por cuál otra razón, lo cierto es que cometió una infracción de tránsito y fue inmediatamente abordado por un motorizado de Tránsito Terrestre. Lumbin salió del vehículo y le fue entregando los "papeles" uno por uno, con cierto nerviosismo, pidiendo a cada instante al funcionario que le permitiera explicarle, tal vez más bien, pedirle algo. El fiscal, inmutable, solo lo oía sin mayor interés y revisaba meticulosamente los documentos del conductor. Terminada la revisión y comprobando que todo estaba en regla, se dispuso a oir al infractor, quien tartamudeando ligeramente y viendo a cada rato hacia su amiga dentro del vehículo, le explicó que "... bueno, yo no soy de aquí, estoy de paseo por Valencia y usted sabe, cómo le d

Rehogar la cebolla, el ajo y los pimientos en el aceite a fuego muy lento.Agregar el tomate y dejar cocer lentamente durante quince minutos.Incorporar el calabacín, la sal y la pimienta. Cocer durante quince minutos.Rectificar de sal, apartar y reservar al calor.Aparte, poner la plancha muy caliente.Engrasar el atún con el aceite y ponerlo por los dos lados a la plancha.Sazonar. ___________________________________________________________________ Desde hace años esperaba una información del consumo de atún, relacionándolo con los meses del año. De eso se encargó hoy el diario "El Nacional", cuando reporta que en este mes de noviembre los industriales del ramo han anunciado un descenso en el consumo, el cual se mantendrá durante el mes de diciembre. Le buscan varias explicaciones a esa situación, entre las cuales figura que la gente en estos días prefiere carnes rojas y aves. No creo que esa sea una de varias razones. Es la única. Vacaciones, sobretodo las de Navidad, son sinó

Mi compadre Omar Aldana me contó una vez la versión venezolana del final del famoso Llanero Solitario, hombre del oeste americano, que se encargaba de hacer justicia con su amigo de siempre, bueno, casi siempre como se verá, el indio Toro. Narra que en una ocasión ambos cabalgaban tranquilamente por las llanuras del oeste, cuando repentinamente los atacó un grupo apache. Se trabó allí una larga batalla. Al poco rato, nuestro gran Llanero ( no muy parecido en lo zamarro a otros llaneros), comprendió que era imposible seguir resistiendo aquel feroz ataque y , entonces, se dirigió solemnemente a Toro: " Amigo, nos quedan solo dos balas y nada más podemos hacer para resistir, así que con una de estas balas yo te mato y con la otra me suicido, y así moriremos con honor". Toro solo se demoró un segundo en pensar y darle una respuesta tajante: " No ser tan marico tú, cara pálida, matarte tú, esos carajos ser indios como yo y nada hacerme."

Un billete de quinientos de los años setenta era una fortuna. Su circulación era escasa y su manejo muy difícil, precisamente por su gran valor. El arrendamiento de un buen apartamento era de 600 bolívares y un carro nuevo podía valer 20.000 bolívares. Saque por alli la cuenta. A mi amigo Clemente le dieron uno y salió como cualquier cristiano a utilizarlo. Se metió en una barbería de confianza y el barbero le dijo que si estaba loco pagándole con ese monstruo, que le pagara después. Lo mismo le sucedió en la panadería con un par de cachitos y un jugo, luego en la farmacia con unas aspirinas. Fue así que cayó en cuenta que aquel billete era un arma para pedir un fiao que tal vez se podía olvidar. Ese mismo día se metió en el abasto de los chinos y compró un paquete de harina y un refresco. Ya en el mostrador le enseñó el billete a la cajera y se quedó esperando la misma respuesta de todo el día. Pero no, la cajera se lo dio al chino dueño del abasto y éste se fue hacia dentro, viniendo

Hace más o menos unos 25 años tuve la oportunidad de presenciar uno de los más audaces y auténticos discursos revolucionarios que ha habido. Y fue en la población de Choroní, aunque en verdad es Puerto Colombia, Estado Aragua. Todavía hoy recuerdo la fina palabra y el verbo aguerrido del exponente, su sentencia final y los dones de equilibrio que debió poner en marcha para ejecutar su intervención. Nos encontrábamos varias personas alrededor de una mesa discutiendo amenamente, no obstante que hubiese posiciones muy enfrentadas en algunos puntos. Uno de los contertulios era un abogado y hombre de negocios, muy acaudalado, a quien pertenecía la casa que sirvió de escenario al magno discurso. Entre las personas presentes se encontraba un joven universitario, quien poco participaba, digamos, en la fase de calentamiento de la reunión. No éramos ni invitados ni amigos que habíamos preestablecido aq

Hace unas pocas semanas, encontrándome en una panadería de Lecherías, dos ciudadanos discutían apasionadamente sobre cuál era la ciudad más importante del Estado Anzoátegui. Obviamente, uno era portocrusano y el otro barcelonés. El argumento central del primero era que Puerto la Cruz es más desarollada y con mayor actividad mercantil y turística que la otra. El barcelonés, por su parte, invocaba que Barcelona es la capital del Estado y la sede de los poderes públicos. Cerca de ellos se encontraba otra persona que seguía con interés el debate y como quiera que ese tipo de discusiones son el dominio público (no se aplica aquello que "los mirones son de palo"), decidió, en apariencia, zanjar la disputa con su intervención. Como veremos a continuación, no hay dudas que era un jodedor, quien aprovechó la oportunidad para demostrarlo y de paso reforzar a uno de los contendientes. Así como con cara de profesor de secundaria en Química, dijo: " No veo cuál es el sentido de esa

En opinión de un elector venezolano será necesario que Venezuela proceda a tomar su guayana esequiba o territorio esequibo después del 23 de noviembre de este año 2008. Según cálculos que hace el referido ciudadano, el territorio nacional no será suficiente para construir los ambulatorios, hospitales, mercados, viviendas, autopistas, vías agrícolas, calles, avenidas, teleféricos, metros, trolebús, universidades, casas de recreación, escuelas, liceos, puentes, aeropuertos, puertos, parques, centros de acopio, zonas turísticas, laboratorios, farmacias, canchas deportivas, gimnasios, ferrocarriles, etc., que prometen construir los candidatos a gobernadores y alcaldes de todos los partidos nacionales, estadales y municipales, grupos de vecinos, grupos de electores, asociaciones, movimientos y todos los demás.

El jueves 06 de noviembre del año 2008, a las 7 am. salgo de Maracay a Caracas en funciones de trabajo. El conductor del vehículo, al estar cerca del peaje de Tapa Tapa, sintoniza una emisora de radio para conocer el estado de la Autopista Regional del Centro. Una locutora de bella y suave voz -quizás así preparada para equilibrar esos reportes diarios de carreteras, nada agradables en esos tiempos - señala que por los alrededores del túnel de La Caabrera hay tres interrupciones de la vía, indicando con precisión el kilómetro de cada tranca, el sentido de la misma y el largo de la cola que se ha formado. Inmediatamente, el conductor empieza a mover la mano cerca del parabrisa y con el dedo índice extendido, como si estuviese desplazándose en un mapa, a la par que habla en voz baja. Capto que está haciendo una ubicación de los focos del problema y diseñando una estrategia para tomar la autopista sin unirse a las trancas. Resuelta la salida del laberinto, oigo a la locutora continuar en

Contrariamente a lo que pudiera pensarse, alegarse o creerse, nosotros los “terrícolas”, “terrestres” o “terráqueos” (ningún término me gusta pero no sé cuál es el más correcto) estamos dotados de una gran paciencia en determinadas circunstancias. Más que soportar en algunos lugares del planeta gobiernos malos de muchos años, sermones fastidiosos de toda una vida o cosas por el estilo, hemos padecido durante décadas la falta de demostración real y efectiva de los extraterrestres. Los han visto y fotografiado en todas partes, pero siempre de lejito, imágenes borrosas, tipos que salen corriendo apenas le lanzan la foto o les toman la película. Los fulanos extraterrestres en referencia tienen desde tiempos inmemoriales las mismas naves, es decir, no cambian el modelo achatado y con unas ventanitas. No les ponen letreros y calcomanías de la fábrica que las ensambla, ni de la parte de donde provienen, ni todos los d

Si los delincuentes usaran su tiempo en cosas útiles, entre ellas el humor, tendríamos menos problemas de los que hoy padecemos. Sin embargo, les debemos algunas cuotas de humor. En 2004 estuve un tiempo largo como juez de control. Cuando llegó el 24 de diciembre se me asignó la guardia de esa noche, creo que para hacerme pagar el noviciado en esa función. Le expresé a una amiga, también juez de la misma categoría pero con muchos años en el oficio, que podría perder mi reunión familiar por esa guardia. Me contestó “no te preocupes, Vicente, los delincuentes también tienen su corazoncito y les gusta estar en familia con sus cervecitas y su cena de navidad, de modo que no van a andar por allí haciendo travesuras”. En otra ocasión hablaba con un viejo delincuente, ya retirado, que se las ingenió para salirse de es

Un ciudadano hablaba con otro sobre lo malvado que era una persona a quien se estaba refiriendo. Algo le hizo que lo puso en la necesidad de descargarlo con su interlocutor, pero se podía entender que éste también tenía alguna mala referencia anterior de la persona a quien se referían, a juzgar por este diálogo: " La verdad es que a mi también me parece que fulano es un gran carajo, pero así tanto como tú dices no me lo imaginaba..." El denunciante, llamémoslo así, le ripostó "es que tú no sabes nada, a ti no te ha hecho lo que a otros...", todo eso cargado con toda clase de epítetos publicables (pero no es ese el objetivo de estas líneas) o impublicables. En el colmo de su indignación, tratando de reforzar en su amigo la convición de lo canalla que era el tercero a quien nombraban, le dijo "mira, ese es un coño é madre con ropa y tó..."