Laconico

LA GATA EN LA BATEA Después de varias lecturas relacionadas con la sanación a través del pensamiento, la participación en charlas y terapias de grupo, libros sobre física cuántica,conversaciones con personas profesionales en el área, meditación, el poder de las oraciones y temas afines, entiendo que tácitamente viene a admitirse lo que por años y siglos se tiene como algo más allá de los límites de la ciencia , casi como una herejía, como son los curanderos y sanadores. Por una parte, se admite entonces que esas personas pueden participan efectivamente en la curación de cualquier cosa y se utilizan sus artes para ser investigadas y comprobar resultados, todo ello con la participación de médicos, físicos y psicólogos, incluyendo equipos de alta ingeniería médica. Para no abundar más en esto, me limito a expresar, con lo que he observado, que ese poder sanador deriva, por una parte, de la aceptación del enfermo de que ello es posible,abriéndose a esas influencias y por o

Apreciados amigos: Es para mí un honor poner a disposición de ese importante medio de comunicación, una obra humorística de mi autoría, titulada EL ARTE DE JODER, PUBLICADA en Editorial Planeta 2018. La Editorial ha opinado sobre ella así: El arte de joder 1. Presentación y sentido de la obra El texto presenta una lectura entretenida y humorística. Es original, ocurrente, atrayente y realista. Un libro que sorprende y es ideal para leer entre líneas. Rico gramaticalmente y de gran fluidez en su interpretación y lectura. 3. Nuestra Opinión Sobre tu obra:  Resulta llamativo cómo se recrean las historias. Se precisa de una gran inteligencia emocional. La ambientación contextual de la obra está bien recreada y es variada. La gramática utilizada es correcta, y la ortografía  es correcta aunque convendría hacer una corrección previa para subsanar posibles errores. En conclusión es una obra que puede atraer a muchos lectores y es apta para publicarse. Te aco

Oportunidad post mortem Grafito de un aprendiz de jodedor en una calle de Maracay: “ Daría mi mano derecha por ser ambidiestro.”          Aquello de que la oportunidad hay que aprovecharla puede ser como esta situación: Un conductor de taxi que había enviudado le pidió a mi padre que uno de mis hermanos, poeta y escritor, le escribiera un epitafio para colocar en la sepultura de su esposa. Pasados unos días sin respuesta alguna, “Picarón”, que así le decían al viudo de la señora Juana Requena, le recordó a mi padre lo pedido y éste hizo lo mismo con mi hermano, que ya se tomaba mucho tiempo sin cumplir. Una mañana lo apremió y mi hermano le contestó que lo tenía. Te lo leo papá:                             “Aquí yace Juana Requena                               la mujer de Picarón,                               que después de tanta faena                               se le aflojó el cagajón.”