NO ES EL MISMO PANORAMA.
Aunque sea desagradable decirlo, es triste el panorama de una mente, un cerebro, una inteligencia en un país que carece de recursos para mitigar su hambre o para conseguir medicinas. Es inadmisible que la humanidad lo permita. Más triste aún es el mismo panorama, es decir, un cerebro, una mente o una inteligencia en un país en el que entran chorros de dólares todos los días, en el que existen riquezas ilimitadas. Este es nuestro caso. Algo no cuadra a llí, más allá de la incompetencia de sus gobernantes. La verdad, no me atrevo a desmentir a quienes afirman que esa es una estrategia infame, con el propósito de quebrar la resistencia de los ciudadanos. Hijo, entiendo el dolor que sentiste ayer cuando viste a varias personas que en nada parecían indigentes, sacando comida de un basurero. Resiste, Dios viene en camino.