ANÉCDOTAS SOBRE LAS FOTOS DE MARACAY 1975.
Dedicadas a uno de
los protagonistas de ellas, mi compadre Omar Aldana, recientemente fallecido.
Un día de principios
de 1975, se me ocurrió la idea de tomar fotos de Maracay, sus principales
calles y avenidas, sus esquinas, sitios emblemáticos, etc.
Le propuse la idea a
mi amigo y compañero de bufete Omar Aldana, quien atendió mi inquietud sin
vacilación. Omar era además el dueño de la cámara fotográfica con la que
podíamos iniciar el proyecto, recuerdo que era una cámara rusa, creo que marca
Leica, muy buena por cierto.
Es por ello que en
las primeras fotos él aparece en varias tomas de los lugares o aparezco yo,
pues nos turnábamos la tarea. Así estuvimos varios domingos, hasta que Omar me
manifestó que mi propósito era para casi todo el año y él tenía otras
obligaciones los días domingo. Escoger este día fue obvio. Es el único día en
que se pueden enfocar casi perfectamente todos los objetivos, pues no hay mucha
gente y no hay tráfico, lo que también facilitaba para estacionar el vehículo.
Aspirábamos comprar
una cámara nueva y más moderna, pero entre las buenas, las más económicas
costaban mil quinientos bolívares (Bs. 1500,00), que para 1975 era mucho dinero.
Así pasaron unos
pocos meses, Omar y yo soñando con la cámara nueva, marca Konica, pero sin que
hubiera la posibilidad de comprarla. Viene a la memoria la anécdota que para
ese entonces ya Omar se había divorciado y cancelaba puntualmente a sus hijos
Evelyn y Omarcito la cantidad de tres mil bolívares mensuales para su
manutención, suma bastante respetable.
Valga la oportunidad
para recordar que mi compadre era un hombre sumamente responsable en sus
obligaciones económicas con todos sus hijos, pero además cumplidor en la parte
afectiva y en todo cuanto necesitaran.
Entonces, un día en
que hablábamos del estado en que yo andaba con las fotos maracayeras, Omar me
dijo jocosamente:
“Compadre, y pensar
que para mí es imposible comprar esa cámara fotográfica Konica, y yo le doy a
mis hijos una cámara de esas, quincenalmente”.
Responsable, sin
dudas.
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