VICENTE AMENGUAL SOSA. ¿auto-apartheid o auto-segregación?

 

El pasado 10 de octubre, al despertarme, se me ocurrió encender la televisión para ver algún noticiero, algo que no había hecho por décadas. Fue como una premonición.

Allí estuvo lo que desde hace varios años esperaba, noticia nada buena pero inexorable. En mi modo de ver las cosas, esa noticia fue una nueva y puntual escala hacia la irreversible situación que pronto será grandiosa.

El noticiero dedicó un amplio segmento a exponer lo que ya crece ampliamente en Atlanta (USA), esto es, todo solo para afro descendientes (llamados “negros” por el locutor y los propios entrevistados de raza negra). Pues bien, esos afro descendientes (AFD, en lo sucesivo) tienen sus empresas solo para ellos, así como también productos de cualquier tipo, bancos con accionistas y directivos solo AFD; hacen campaña para movilizar todos los fondos de su gente para esos bancos, urbanizaciones propias, en fin un proceso de auto segregación.

Se lo advertí hace años a mi querido amigo Alfredo Veloz, quien fue presidente de la Asociación de Afro Descendientes de Venezuela y lo he estado repitiendo cada vez que observo como en muchas partes del mundo se forman asociaciones basada en la raza o color de la piel.

Seguramente, la intención de muchas de esas personas es loable, puesto que tratan de tener medios de relevancia, protección y defensa en el mundo, pero sin la menor duda debe tener en muchos AFD una tendencia al aislamiento o separación, la cual podrá convertirse, si es mal manejada, en fórmulas de violencia.

Me limito a consignar mi opinión. Jamás veré a los seres humanos en otro enfoque que no sea el del amor, la comprensión y la igualdad. Es decir, la humanidad tiene que vivir en paz.