DE LAS NOTARÍAS, REGISTROS MERCANTILES, REGISTROS SUBALTERNOS Y OTROS CALVARIOS SIMILARES.
Lo que se cuenta un día del calvario que es realizar una diligencia en estas oficinas públicas, es poco con lo que se dice al día siguiente: colas desde la madrugada, limitación en la aceptación de solicitudes, trabas nuevas, etc.
DOS SON LAS RAZONES CAPITALES DE ESTA TRAGEDIA Y NADA MÁS. NO HAY COBAS QUE METERSE.
1) Casi toda la función pública venezolana carece de la idea que servirle al Estado es servirle a una empresa (para evitar bolserías ideológicas con respecto a la palabra "empresa", digamos más bien "productora de bienestar social, fiscal y económico"). Mientras más rápido se haga un trámite, más posibilidades hay de hacer otro, y más rápido circula y se genera riqueza, que se transforma en impuestos y trabajo particular y bla bla bla... La función pública venezolana, en buena medida, es solo un sustento familiar y punto. ! Que riqueza ni que ocho cuartos de generar bienestar social ! !No seas tan bolsa !.
En el caso específico de los funcionarios a que se refieren estas notas, el estímulo al trabajo venía por darle a él una decorosa participación en ese gigantesco trabajo diario que produce millardos de bolívares, y que ahora, bajo premisas ideológicas que a nadie le importan absolutamene un carajo, se limitan a un sueldo. Entonces se generan corruptelas que también atacan la eficiencia del servicio y...
2) No se les olvide. Parte sustancial de las exigencias de estos entes públicos para recibir y otorgar documentos, se concentran en pedir solvencias de entes públicos (agua, aseo, impuestos municipales, etc.), que los convierte en una suerte de cobradores indirectos. Y es que si no es así, los ciudadanos no pagaríamos ninguna de esas cosas o nos iríamos "con la cabuya en las patas". Gran parte de esa tragedia tenemos que cargarnóslas nosotros. Así de simple.
Sería bueno que se buscara una manera de premiar en estos trámites a los ciudadanos siempre solventes, pero ya esto es mucho...
DOS SON LAS RAZONES CAPITALES DE ESTA TRAGEDIA Y NADA MÁS. NO HAY COBAS QUE METERSE.
1) Casi toda la función pública venezolana carece de la idea que servirle al Estado es servirle a una empresa (para evitar bolserías ideológicas con respecto a la palabra "empresa", digamos más bien "productora de bienestar social, fiscal y económico"). Mientras más rápido se haga un trámite, más posibilidades hay de hacer otro, y más rápido circula y se genera riqueza, que se transforma en impuestos y trabajo particular y bla bla bla... La función pública venezolana, en buena medida, es solo un sustento familiar y punto. ! Que riqueza ni que ocho cuartos de generar bienestar social ! !No seas tan bolsa !.
En el caso específico de los funcionarios a que se refieren estas notas, el estímulo al trabajo venía por darle a él una decorosa participación en ese gigantesco trabajo diario que produce millardos de bolívares, y que ahora, bajo premisas ideológicas que a nadie le importan absolutamene un carajo, se limitan a un sueldo. Entonces se generan corruptelas que también atacan la eficiencia del servicio y...
2) No se les olvide. Parte sustancial de las exigencias de estos entes públicos para recibir y otorgar documentos, se concentran en pedir solvencias de entes públicos (agua, aseo, impuestos municipales, etc.), que los convierte en una suerte de cobradores indirectos. Y es que si no es así, los ciudadanos no pagaríamos ninguna de esas cosas o nos iríamos "con la cabuya en las patas". Gran parte de esa tragedia tenemos que cargarnóslas nosotros. Así de simple.
Sería bueno que se buscara una manera de premiar en estos trámites a los ciudadanos siempre solventes, pero ya esto es mucho...
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