CUENTOS BREVES: La justicia del mar.
En la parte más alta del acantilado, observo la tranquila bahía que guarda tesoros y angustias. Un escalofrío me recorre el cuerpo cuando pienso en los hambrientos dominicanos que llegaron, o mejor dicho, fueron traídos hasta allí.
En cierto modo, lo hicieron tan involuntariamente como los cargamentos de manzana, el bacalao, el escocés, queso holandés y tantas cosas que también hallaron tierra allí.
Es la justicia distributiva del mar.
En cierto modo, lo hicieron tan involuntariamente como los cargamentos de manzana, el bacalao, el escocés, queso holandés y tantas cosas que también hallaron tierra allí.
Es la justicia distributiva del mar.
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