RECORD DE MENTADAS DE MADRE EN LIBRO GUINNESS.
¿ Cuál cree usted que es la posición más activa en un partido de fútbol ?. ¿ El centro delantero ?; ¿ los medio campistas ?, ¿ el zaguero central ?
No señor, ninguno de ellos. Es el árbitro, el áaarrrbitroooo.
Es el único que sube y baja la cancha durante todo el partido y tiene que colocarse en posición de ver cada jugada lo mejor posible.
Aragua, durante mi larga actividad futbolística, tuvo personajes del arbitraje como Glorioso, muy serio, muy profesional, quien durante años ejerció el oficio de barbero frente al Colegio República de México, por la calle Vargas.
Recuerdo a Macaco, portugués de origen, quien manejaba un camión de refrescos y al gran amigo "Gorila", cuyo nombre no recuerdo en este momento.
Estos tres árbitros deberían estar en el famoso Libro Guinnes de récords, como las personas que en Aragua deben haber acumulado en su vida el mayor número de mentadas de madre con la correspondiente afirmación de ser hijos de mujeres dedicadas al oficio conocido como el más antiguo.
Al "Gorila", siempre impecable en su atuendo arbitral, le tocó una vez dirigir uno de esos encuentros candelosos entre "Independiente" y "Corsarios", que siempre eran mitad fútbol y mitad boxeo.
Fue en el Julio Bracho. Gorila , como siempre, examinó cuidadosamente ese día a
el rayado de cal, los guarales del arco, etc.
Ya para comenzar el partido, agarró su maletica con sus cosas personales y la puso en la parte trasera de una de las porterías. Yo estaba sentado en la parte alta de una pared, que era un sitio bueno para observar el juego y al verme, Gorila me dijo " epa catire, hazme un favor, échale una miradita de vez en cuando a mi maletín, gracias..."
Sonó el pitazo y arrancó el juego. Cuando estábamos más o menos en el minuto cuarenta del primer tiempo, se prendió un zafarrancho y varios jugadores se acercaban a "Gorila" con el propósito de lincharlo.
Gorila corrió duro - era tremendo atleta - en dirección a la portería donde yo estaba, agarró su maletica, se la terció en el hombro, con un saltico puso ambas manos en el borde de la pared y !zas ! brincó al otro lado.
Cayó en una callejuela de tierra - que hoy día es nada menos que la Avenida Constitución - por donde no pasabann vehículos, mucho monte y restos de lo que fue el ferrocarril.
Yo ví todo aquello con una risa incontenible por todo lo que sucedió y cómo Gorila sincronizó perfectamente su salvación. Entre tantas cosas, creo que lo que me hacía reir más era imaginarme a los vecinos del lugar preguntándose ¿ Porqué carajo andará un árbitro, impecablemente vestido como tal, corriendo un día domingo en la tarde, por una calle solitaria de Maracay ?
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