TODA ESTA PLASTA ACUMULADA. ¿QUIÉN ES EL CULPABLE?



Es muy fácil – y políticamente muy rentable – atribuir al Estado, concretamente al gobierno, la responsabilidad de todo lo negativo que sucede en este país. Pero – y aquí viene el primer strike -  ¿el gobierno no es producto, en buena medida, de la presión, omisión, influencia, etc. de los ciudadanos?
Se plantea, en concreto, lo de aquella vieja pregunta ¿quién fue primero, el huevo o la gallina? Bajo tal premisa, se puede concluir, ¿el responsable es el gobierno que no educa a los ciudadanos o los ciudadanos que escogen mal gobierno y no le exigen lo debido?
No tengo la menor duda. Los ciudadanos no hemos asumido esa responsabilidad en la forma debida y, en consecuencia, los gobiernos actúan en la medida que los ciudadanos les permiten.
El país tiene desde hace años problemas que a mucha gente le gusta llamar “macro” y que ahora se han agravado y se seguirán agravando mientras la sociedad no responda.
Pero son cientos, probablemente miles, de pequeñas conductas (acciones u omisiones) que aparentemente no causan ningún mal, tanto que pasan desapercibidas muchas de ellas, las que en una integración, producto de un ejercicio mental, dan la base para los grandes problemas.
Cosas tan simples como saltarse requisitos mínimos para algún objetivo, pagar para evitar cualquier sanción o quitársela de encima, conducir vehículos a contravía, pasar en motos entre carros que avanzan con la luz verde, robarse la electricidad o el cable, lavar todos los utensilios de comer con el chorro abierto del agua, que cada quien ponga avisos con la ortografía que le da su gana, que los policías conduzcan por las aceras, que las ambulancias pongan la sirena sin andar en emergencia, que alguien estacione su carro en forma de ocupar varios puestos, que las casas tengan sus frentes con escombros y basura, botar botellas en la calle, hacer de las licorerías bares a cielo abierto, colocar publicidad electoral y luego no removerla, conducir vehículos que botan humo, recoger pasajeros en medio de las vías , romper cercas para ahorrar camino, hacer caravanas con personas fuera del carro, (si cada uno de ustedes pone al menos dos más, que sean distintas, conseguiremos los miles) todas esas cosan van desmoralizando a la sociedad y abren campo para mayores trasgresiones, como las que ahora vivimos. He allí la razón de esta anarquía que avanza inexorablemente hacia el casos, a menos que ¡ los ciudadanos ¡ empecemos ya a poner orden.

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