NUESTRA POSICIÓN EN ESTAS CIRCUNSTANCIAS.
NUESTRA POSICIÓN EN ESTAS CIRCUNSTANCIAS.
Sin entrar a hacer consideraciones sobre la situación económica y otros asuntos que son señalados como importantes por la opinión pública, me referiré a la situación política del país.
Una pregunta básica hay que hacerse. ¿ Podrá este país gobernarse tranquilamente durante seis años, habida cuenta de los señalamientos que se hacen sobre el resultado electoral del domingo 14 abril 2013 ?
No. Es extremadamente difícil, diría que imposible.
El propio Nicolás Maduro Moros tiene una de las pistas inequívocas. Dice que en Venezuela ha habido 18 elecciones en los últimos años, que han ganado 17 y que jamás se había producido el desconocimiento del resultado electoral. Como en efecto así formalmente es, podemos entender que si ahora se desconocen los resultados electorales, es porque alguna razón de peso hay para mover un país a escala de la conflictividad que ya nos azota.
A esa conclusión contribuyen numerosos hechos innegables, verdades incontrovertibles: 1) El CNE es cuestionado gravemente desde hace años, con evidencias que todos hemos tenido, pero que se toleraron en aceptación de un juego democrático desigual pero que no rebasó groseramente (este es un término también del mundo jurídico) los límites; 2) La desigualdad en el uso de publicidad, recursos y medios es desmedida; 3) El uso de los recursos del Estado, y lo que es peor, de sus funcionarios públicos, no hay quien no la haya visto y 4) No hay quien no conozca diversas formas de coacción a diversos sectores del electorado, lo cual, inclusive, ha entrado hasta el campo del humor, por la forma en que algunos logran evadir el cerco.
Profesionales ligados al campo del análisis político deben dar sus opiniones para expresar si esa conflictividad puede superarse en el estado actual de cosas o será necesario aceptar el problema y proceder a su tratamiento institucional y social. Se me ocurre que, en particular los psiquiatras ligados al campo conductual, pueden determinar si el país está en grado de vivir o no en paz en las actuales circunstancias o, si por el contrario, es inevitable, si acaso se quiere lograrla, llegar a un entendimiento nacional justo.
No debe darse importancia al manido argumento que la ley establece que solo se debe auditar un porcentaje de las cajas de votación. Frente a esto está el poder del pueblo en ejercicio de su soberanía, quien en aplicación de la Constitución y en sustento del instrumento fundamental que él mismo se dio, exige la elemental justicia de transparencia de los procesos para elegir a los funcionarios que estarán encargados por ese mismo pueblo de hacer cumplir la Carta Magna.
Sería de analizar si la revisión de las cajas electorales es materia que pueda ser llevada a un referendo popular. Sería una desastrosa opción, creo.
Sin entrar a hacer consideraciones sobre la situación económica y otros asuntos que son señalados como importantes por la opinión pública, me referiré a la situación política del país.
Una pregunta básica hay que hacerse. ¿ Podrá este país gobernarse tranquilamente durante seis años, habida cuenta de los señalamientos que se hacen sobre el resultado electoral del domingo 14 abril 2013 ?
No. Es extremadamente difícil, diría que imposible.
El propio Nicolás Maduro Moros tiene una de las pistas inequívocas. Dice que en Venezuela ha habido 18 elecciones en los últimos años, que han ganado 17 y que jamás se había producido el desconocimiento del resultado electoral. Como en efecto así formalmente es, podemos entender que si ahora se desconocen los resultados electorales, es porque alguna razón de peso hay para mover un país a escala de la conflictividad que ya nos azota.
A esa conclusión contribuyen numerosos hechos innegables, verdades incontrovertibles: 1) El CNE es cuestionado gravemente desde hace años, con evidencias que todos hemos tenido, pero que se toleraron en aceptación de un juego democrático desigual pero que no rebasó groseramente (este es un término también del mundo jurídico) los límites; 2) La desigualdad en el uso de publicidad, recursos y medios es desmedida; 3) El uso de los recursos del Estado, y lo que es peor, de sus funcionarios públicos, no hay quien no la haya visto y 4) No hay quien no conozca diversas formas de coacción a diversos sectores del electorado, lo cual, inclusive, ha entrado hasta el campo del humor, por la forma en que algunos logran evadir el cerco.
Profesionales ligados al campo del análisis político deben dar sus opiniones para expresar si esa conflictividad puede superarse en el estado actual de cosas o será necesario aceptar el problema y proceder a su tratamiento institucional y social. Se me ocurre que, en particular los psiquiatras ligados al campo conductual, pueden determinar si el país está en grado de vivir o no en paz en las actuales circunstancias o, si por el contrario, es inevitable, si acaso se quiere lograrla, llegar a un entendimiento nacional justo.
No debe darse importancia al manido argumento que la ley establece que solo se debe auditar un porcentaje de las cajas de votación. Frente a esto está el poder del pueblo en ejercicio de su soberanía, quien en aplicación de la Constitución y en sustento del instrumento fundamental que él mismo se dio, exige la elemental justicia de transparencia de los procesos para elegir a los funcionarios que estarán encargados por ese mismo pueblo de hacer cumplir la Carta Magna.
Sería de analizar si la revisión de las cajas electorales es materia que pueda ser llevada a un referendo popular. Sería una desastrosa opción, creo.
Comentarios