INSISTO EN LO DE INDEPABIS.
Dada la importancia de la situación relativa a los bienes y servicios en el país, particularmente la escasez, especulación y acaparamiento de los mismos, además de otras razones también importantes, me leo una vez más, con más detenimiento aún, la Ley que regula la materia, la que podemos llamar Ley del Indepabis.
Abstracción hecha de algunas normas que me parecen muy forzadas allí, de situaciones un poco ajenas a la materia, de la posibilidad de aplicarla con insensatez y abusos, y más aún por la existencia de un poder judicial que poco puede ayudar en el objetivo que persigue la ley, la misma puede ser útil a los ciudadanos en aspectos muy puntuales.
Pero si, por ejemplo, se observa la sede del Indepabis Maracay, arrimada en unos dos o tres salones de Corpoelec, en medio de equipos eléctricos, sin capacidad para atender al público como es debido, de seguro concluirá que no mucho se puede hacer para proteger a los ciudadanos, denunciantes y denunciados.
Entiéndase que si esto sucede en uno de los Estados con mayor movimiento económico del país, que podrá esperarse de otros.
No soy pesimista. Creo que aún con las dificultades antedichas, si el propósito de la ley se persigue con la mística que se aprecia en algunos funcionarios, si se da prioridad al bienestar de los ciudadanos y a la justicia social, se puede hacer mucho.
Pero eso no es así tan simple. La ciudadanía tiene que colaborar, tiene que denunciar. Y el Instituto no debe someter a las personas a mucha espera y formalismos para procesar las denuncias, pues entonces estas se vuelven un calvario y la gente se abstiene.
La materia relativa al Indepabis forma parte del Derecho Administrativo, rama en la cual soy especialista y en la que he trabajado mucho tiempo. Digo esto para colaborar, sin interés alguno, con quienes necesiten asesoría.
Y el Estado venezolano debe desde ya dotar a ese instituto, y hacer que toda su actividad sea cómoda para los ciudadanos y se den decisiones rápidas y justas.
Vicente Amengual Sosa. 04143456826 abogadova@yahoo.com, abogado1968@gmail.com, twitter @grandilock.
Claro que podemos.
En la próxima entrega, escribiré sobre la forma de denunciar.
Abstracción hecha de algunas normas que me parecen muy forzadas allí, de situaciones un poco ajenas a la materia, de la posibilidad de aplicarla con insensatez y abusos, y más aún por la existencia de un poder judicial que poco puede ayudar en el objetivo que persigue la ley, la misma puede ser útil a los ciudadanos en aspectos muy puntuales.
Pero si, por ejemplo, se observa la sede del Indepabis Maracay, arrimada en unos dos o tres salones de Corpoelec, en medio de equipos eléctricos, sin capacidad para atender al público como es debido, de seguro concluirá que no mucho se puede hacer para proteger a los ciudadanos, denunciantes y denunciados.
Entiéndase que si esto sucede en uno de los Estados con mayor movimiento económico del país, que podrá esperarse de otros.
No soy pesimista. Creo que aún con las dificultades antedichas, si el propósito de la ley se persigue con la mística que se aprecia en algunos funcionarios, si se da prioridad al bienestar de los ciudadanos y a la justicia social, se puede hacer mucho.
Pero eso no es así tan simple. La ciudadanía tiene que colaborar, tiene que denunciar. Y el Instituto no debe someter a las personas a mucha espera y formalismos para procesar las denuncias, pues entonces estas se vuelven un calvario y la gente se abstiene.
La materia relativa al Indepabis forma parte del Derecho Administrativo, rama en la cual soy especialista y en la que he trabajado mucho tiempo. Digo esto para colaborar, sin interés alguno, con quienes necesiten asesoría.
Y el Estado venezolano debe desde ya dotar a ese instituto, y hacer que toda su actividad sea cómoda para los ciudadanos y se den decisiones rápidas y justas.
Vicente Amengual Sosa. 04143456826 abogadova@yahoo.com, abogado1968@gmail.com, twitter @grandilock.
Claro que podemos.
En la próxima entrega, escribiré sobre la forma de denunciar.
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