LOS RICOS MUEREN Y SÍ SE LLEVAN LOS REALES.

No hay vaina que denote más envidia o acomplejamiento que eso de andar murmurando en filosofía güisquicera o sociología de limpios, que "no sé para qué fulano de tal, con tanto billete que tiene, sigue trabajando, como si acaso se va a llevar los cobres después que se muera".
Porque, en realidad, todo el que se los quiere llevar se los lleva. Y no es mayoría. Son todos.
Lo que pasa es que los muy pendejos limpios creen que el rico no se lleva los centavos, porque no se los meten en la urna. Por eso es rico, porque no es pendejo. Si opta por decirle a un familiar que lo haga así, primero, en la urna no caben tantos cobres como para aguantarse la eternidad y, segundo, lo más seguro es que al cajón o llegue una miseria en comparación con lo que ordenó meter, o haga como el cuento del abogado que para poner la parte que le correspondía igual que sus hermanos, se agarró el efectivo y metió un cheque por el todo.
Todavía en estos tiempos, el avanzado sistema bancario no ha previsto el cambio de cheques fuera de esta vida terrenal.
¿ a quién carajo se le puede ocurrir que un magnate venezolano, por ejemplo, cuya fortuna ronda los cinco mil millones de dólares, anda por ahí ya medio vejucón inaugurando televisoras o comprando ensambladoras de vehículos, si no es porque tiene pensado llevarse sus cobres ?
Otros ricos que ya se murieron, tienen en algún lugar del universo sus negocios de recepción de fondos del rico que no ha muerto y se los guarda celosamente hasta que venga a buscarlos.
Claro que sí. Usted no se fija que, al final, cuando el rico muere y los cobres eran fijos una cifra equis, resulta que al hacer las declaraciones sucesorales, lo que queda es un pelín en comparación con el bojote completo. Y eso se los deja, primero, porque no es ningún desgraciado con su familia y, segundo, para no meterlos en líos si el Seniat o el organismo del país que se trate, le da por arremeter con sus sucesores.
¿usted, señor lector, ha oído decir alguna vez que el rico fulano de tal que murió, anda apareciéndose en La Lagunita o, en fin, en cualquiera de las urbanizaciones lujosas de cualquier parte del mundo ?
Ni por casualidad.
No tiene nada que andar buscando por estos lados.
Los muertos que aparecen lo hacen en los campos o en las zonas pobres, donde andan en un rebusque para aliviar la pelazón extra terrenal.
Otra prueba inequívoca de que los ricos cuando mueren ya se habían llevado sus reales.

Comentarios

Entradas populares de este blog

COÑO DE TU MADRE

Muebles exóticos de Aragua.

Antigua Tabacalera Nacional, Maracay.