SEÑALAMIENTOS HACIA EL DIPUTADO CABELLO.

Muchos venezolanos, independientemente de la ideología que profesen e inclusive la propia del diputado Diosdado Cabello, rechazamos abiertamente algunas actitudes que èl ha asumido en su vida política y con mayor ènfasis en las de la Asamblea Nacional.

Pero tal situación no debe alejarnos de lo que siempre hemos apasionadamente sostenido en relación con los derechos humanos, fundamentalmente el derecho a la defensa y a la protecciòn del honor y la dignidad de las personas.

Son los mismos para todos y en cualquier circunstancia. Con el mismo apego a la justicia que hemos demostrado en los tantos casos de violación a esos derechos, cometidos contra ciudadanos que disienten del gobierno, también hoy lo hacemos  contra los que se cometen respecto del señalado funcionario.

Pensamos asì como abogados, como gente del foro judicial. No es permisible que se hagan señalamientos de tal magnitud como los que se hacen al diputado Cabello y no se muestren pruebas contundentes o se nos presente una pluralidad de indicios que nos permitan formar criterio. Podrìa argumentarse que todo ello se encuentra en estado de investigación, mas entonces, en tal caso, no es lìcito que la persona aparezca ya como virtualmente condenada y expuesta al escarnio público. Tampoco puede estar esto indefinidamente aplazado y como todo en el mundo jurídico, ello debe tener lapsos razonables para que se conozca la verdad.

Creo que las autoridades de la Abogacìa deben ser vehementes para exigir, en todos los casos de violación del derecho humano a la defensa y los otros que hemos invocado, contra cualquier persona, que las autoridades judiciales nacionales o foráneas hagan aplicaciòn de una recta justicia. Lo contrario es el camino al caos y la anarquía, que no está lejos.