!Devuélvele la carta a Cristina!



En una tarde fresca de mediados de los años sesenta, la tía Carmen Elena, hoy nonagenaria, disfrutaba a sus anchas la brisa marina en el malecón de Macuto. Poca gente andaba por allí, una que otra parejita y algún niño con su pelota de fútbol. Aquella abrumadora tranquilidad fue súbitamente interrumpida por la presencia de un hombre de algunos 35, 40 años (creo yo), quien también pretendía disfrutar del malecón en una tarde de mitad de semana.
El hombre pasó frente al banco que ocupaba la tía Carmen Elena y ésta, al verlo y comprobar quien era, se levantó de su asiento y empezó a reclamarle un sinfín de cosas, siguiéndolo unos pocos metros detrás.
En aquella súbita rabia, de esas que hacen atragantar las palabras, era imposible identificar el contenido del libelo acusatorio contra el desprevenido transeúnte, aunque, tal vez por aquellas leyes que buscan registrar las cosas de la vida (pura filosofía de bolero, como decía mi profesor de Derecho Romano, Sebastián Artiles), al menos pudo precisarse la parte final.
¡Devuélvele la Carta a Cristina!, le dijo unas dos o tres veces la tía Carmen Elena al actor Elio Rubens, protagonista (creo que lo llaman primerísimo actor o actor estelar) de una importante telenovela cuyo nombre aún ignoro, de uno de esos canales noveleros de Venezuela.
Han transcurrido alrededor de cuarenta y cinco años de aquel hecho, y cada cierto tiempo hay alguna oportunidad para recordar el reclamo de la tía Carmen Elena, convertida hoy en la persona más anciana de la familia. No obstante el señalamiento predominantemente jocoso de cualquier comentario al respecto, no tengo dudas que en alguna ocasión el episodio haya servido de materia prima para que alguien haya puesto en duda el equilibrio mental de la tía. Afortunadamente, ella ha demostrado cabalmente la falsedad de esta última posibilidad.
Y hoy día, por el contrario, ya uno también un poco más madurito y teniendo en cuenta la importancia social y hasta política que algunos profesionales de diverso tipo atribuyen a las telenovelas, he empezado a creer que la tía Carmen Elena sea tal vez la precursora en aquello de orientar (y hasta desviar o cambiar) el contenido de la televisión en función del interés colectivo.
Para comprobarlo sería cuestión de saber qué consecuencias tuvo el emplazamiento hecho al personaje interpretado por Elio Rubens, para que le devolviera la carta a Cristina.
Lamento mi falta de conocimiento en este rubro televisivo. Vale que alguien nos lo informe, a pesar de tantos años que han pasado desde entonces.

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