"Yo quiero mi yate", dice Rigoberto Lanz.
Don Rigoberto Lanz dice " Los "propietarios" de acciones navegan plácidamente en sus yates mientras los bolsas de los gerentes se ocupan del trabajo sucio en cada factoría". El Nacional, domingo 14-06-2009, titulado "Manifiesto sobre la propiedad".
Está dicho. !Buenísimo!, porque ni más ni menos, exactamente eso, refleja lo que piensan los enemigos de la inversión y la propiedad privada y, por ende, partidarios de los medios de producción en manos de un gobierno.
Está dicho. !Buenísimo!, porque ni más ni menos, exactamente eso, refleja lo que piensan los enemigos de la inversión y la propiedad privada y, por ende, partidarios de los medios de producción en manos de un gobierno.
No les gusta eso de la austeridad, vivir con lo suficiente o necesario, cultivar la amistad, caminar tranquilamente por las calles, no, nada de eso. Lo plácido es andar en un yate, eso da nota, eso es del carajo. ¿Cómo envidio esa vaina ?, dicen los que no son ricos ni pueden serlo quiéranlo o no, pero déjame decir entonces de la boca hacia afuera que eso es malo.
!Ah " y, por supuesto, el que gerencia la fábrica es un estúpido que nunca tendrá un yate (y lo disfrutará plácidamente, como gusta a Don Rigoberto), de nada le vale su deseo de trabajar, de guiar un proceso productivo, de ver lo útil que es, de ganarse la vida honradamente, no, no, ese es un "bolsa" según Lanz. Y peor aún, es nada menos que el encargado del "trabajo sucio", que es producir alimentos o cualquier cosa útil.
No lo sé, porque jamás he vivido en un país de gobierno totalitario, pero he de suponer que quien ha viajado a alguno de ellos, no habrá visto jamás que los representantes del gobierno - que es dueño de las acciones de las empresas estatales -anden por ahí en un yatecito, ni desvirgando escoceses 18, ni en primera clase aérea, ni en los hoteles más vergatarios. O posiblemente haya visto que los gerentes, empleados y los obreros no son ningunos "bolsas" y tengan derecho a colarse en los yatecitos de los verdaderos dueños de las acciones (los funcionarios del Estado).
Y también vivan plácidamente ese mundo.
La próxima entrega, también aludiendo al señor Lanz " La generación Blackberry".
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