SOBRE EL BLOG DE MI QUERIDA HIJA MARÍA FERNANDA

Me agrada hija, que dediques parte significativa de tu tiempo a reflexionar, a pensar, a meditar sobre cualquier asunto vital. Es camino seguro, si se rodea de ciertos requisitos, a encontrarnos y a entender nuestra presencia en la vida.

Esa ha sido una constante en mi vida desde que era niño. Y tiene algunos tropiezos, pues solo si te aíslas un poco cuando lo haces, puedes lograr grandes resultados. No pocas personas tienen comprensión o toda la comprensión requerida para aceptarnos cuando emprendemos esa tarea. Entonces, debes advertirlo o solicitar esa comprensión.

La constancia en ese ejercicio te lleva a un solo resultado. No serás sabio, ni culto, ni inteligente, ni virtuoso y, por ende, mejor que nadie. Solo obtendrás un instrumento para observar todo con serenidad y eventualmente crear una respuesta para cualquier parte de ese todo. Podría decirse que conseguirás seguir otros caminos cada vez más seguros.

Te tocará constatar que - habida cuenta que los mecanismos de convivencia generalmente existentes no tienen la meditación entre sus prioridades - las acciones políticas, las directrices de la mayoría de los gobiernos, las reacciones sociales ante la adversidad, los objetivos de personas y grupos, etc. son básicamente superficiales, carentes de imaginación, dan prioridad a la reacción para cubrirse ante la confrontación, no confrontan ideas, dan dictados simples. Así todo es más difícil.

                                                (María Fernanda Amengual Navarro)

Piensa, por ejemplo, cuanto cambiaría la humanidad en poco tiempo, si la gran mayoría de los habitantes del planeta pensara poco tiempo al día en cómo evitar el mal ajeno, ayudar en algo, tener un poco más de tolerancia, desprenderse de cosas inútiles. Surgirían incalculables mecanismos nacionales o multinacionales para enfrentar la miseria de muchos, detener las guerras o combatir algunos flagelos.

Cuando se llega a un cierto nivel estarás tranquilo. Tienes, al menos, las armas para luchar. Sí, las armas.

El objetivo llega, a veces se disipa, sufre embates, crece y se alimenta de nuevo.Viene y se aleja pero no mucho. Es solo la paz para vivir. Y es muchísimo tener solo la paz. La paz también genera fuentes, como por ejemplo, la libertad de conciencia. Y por allí vives y si se puede, ayudas a vivir.

Celebro tus reflexiones, pues veo que apuntan al camino de la vida que se hace sólido cundo andas en paz. Las comparto. Son como que de nuestro amor, de habernos abrazado y querido siempre, de haber conversado y haber trajinado juntos el mismo camino.

Continúa en eso. Tu padre también aprende de ti. Dios los bendiga y los cuide. Papá.