! OJO PELAO USUARIOS DE FACEBOOK, TWITTER Y OTRAS REDES !
No obstante ser abogado (y de vieja data), confieso que carezco absolutamente de malicia o fines subalternos cuando uso las redes de internet. No tengo compromisos más que conmigo mismo y solo pretendo opinar y leer lo que otros escriben o me contestan.
Creo que no son de mi incumbencia los procesos penales que se han abierto y tramitado por el uso indebido de Facebook, Twitter y demás redes sociales, pero sí reconozco que a cada día se cometen innumerables delitos, que no sé si son perseguidos o no. Todos debemos evitar usar las redes para difamar, injuriar, ofender, vilipendiar, etc, que son figuras penales muy precisas.
Algo, sin embargo, me ha dado una voz de alerta. Por el solo hecho de haber corregido la ortografía de una persona, ésta se lanzó a publicar que yo había cometido determinado delito y pedía que me bloquearan y me persiguieran en tribunales. !Tamaño desafuero !. Amparado, por supuesto, en el anonimato, que es como proceden muchas personas en estas redes.
En qué consiste ese alerta. Veamos. Y tomemos como ejemplo Facebook y Twitter, que son las más usadas en nuestro país. Pero vale también para la demás.
1) Uno puede interesarse en tener comunicación con una persona en Facebook y por tanto le solicita su amistad. Facebook pretende que eso solo se haga si uno conoce a la persona físicamente o que tal vez sea una persona muy conocida. La red así perdería sentido. La amistad se hace, precisamente, a través de ese medio y es comunicándose con cualquier persona en el mundo entero, que Facebook tiene sentido y utilidad como medio de comunicación.
2) Si solicitamos la amistad de alguien porque nos parece interesante, no significa que estamos de acuerdo con sus opiniones. Si comprobamos que la persona se aparta de la legalidad, tenemos la opción de eliminarla de nuestros amigos. Pero no creo que incurramos en delito si continuamos leyéndolo, puesto que podemos rebatirlo o alertar a quien competa sobre cualquier conducta ilícita.
3) Lo que si nos puede hacer incurrir en ilícito es apoyar una opinión contraria a la ley o difundirla sin aclarar que estamos en contra de ella.
4) Nadie está en la obligación de conocer el verdadero estado o perfil de una persona, condicionando de alguna manera el seguirlo o solicitarle amistad. Se cree en lo que de buena fe esa persona presenta como su perfil. Esto vale para Facebook, Twitter y otros.
5) En días pasados se supo de un joven que llegó a una ciudad que no era la suya, preguntó en Twitter dónde podía conseguir marihuana. Obviamente no se puede seguir a esa persona, muchos menos orientarla en lo que pide. Pero ese mensaje se debe participar a las autoridades.
6) Llego a pensar que si se quiere molestar o perseguir a personas incómodas a alguien público o privado, es factible que se le invite a seguir organizaciones o grupos en apariencia sanos, pero que si se averiguase bien, podrían ser redes que de algún modo se presuman ilícitas. Entonces, el usuario de buena fe, puede ser señalado por sus adversarios o enemigos, por ejemplo, como parte de una red de prostitución o pornografía ilegal. Dada la amplitud de formas en que uno puede presentarse en estas redes, así como que no se averigua nada, no hay controles, se permite el anonimato, etc. no es difícil dañar a alguien.
7) Pero por esas mismas razones, creo que lo lógico es que mientras no haya una apoyo expreso o inequívocamente presumible, a nadie se le puede sancionar por aceptar amistad o seguir a alguien que veladamente tenga otras intenciones.
8) Algunas veces llegan solicitudes de amistad o seguimiento, entre tantas posibles cada día, de personas que primero te saludan, te hablan de miles de cosas correctas y poco a poco revelan un fin de prostitución, conseguir el acceso al país, en fin, algo ilegal. Cuando se llega a esa situación, uno debe tomar precauciones, digamos que no contestando más. Pero también debe tener cuidado con el hecho que el rechazo en sí mismo no contenga una opinión que pueda traducirse en un delito contra las personas.
9)Todo el que lee una opinión, por ejemplo en Twitter, y la publica (retuitear) no significa que está de acuerdo con ella. Puede hacerse, inclusive, hasta con el sano propósito de poner en evidencia a los trasgresores de la ley. Puede reproducirse con aclaratoria, también.
10) Esas redes son equivalente a que hablemos en público de cualquier tema. En consecuencia, cada quien puede decir lo que quiera y responder por sus opiniones, pero no debe involucrar a alguien por el solo hecho de omitir una denuncia expresa. Son las autoridades las que deben hacerlo.
Como observamos, el cada vez más creciente entramado de las redes sociales, permite que se vaya especializando la sana opinión y aumente su utilidad, pero también las formas de delinquir. Por consiguiente, creo que debemos estar alertas, consultar y tomar precauciones.
Si usted quiere opinar sobre este largo comentario (pido excusas, pero vale la pena) hágalo, quítele o añádale, pero dele importancia. También lo puede publicar por cualquier medio y nos beneficiamos todos.
Creo que no son de mi incumbencia los procesos penales que se han abierto y tramitado por el uso indebido de Facebook, Twitter y demás redes sociales, pero sí reconozco que a cada día se cometen innumerables delitos, que no sé si son perseguidos o no. Todos debemos evitar usar las redes para difamar, injuriar, ofender, vilipendiar, etc, que son figuras penales muy precisas.
Algo, sin embargo, me ha dado una voz de alerta. Por el solo hecho de haber corregido la ortografía de una persona, ésta se lanzó a publicar que yo había cometido determinado delito y pedía que me bloquearan y me persiguieran en tribunales. !Tamaño desafuero !. Amparado, por supuesto, en el anonimato, que es como proceden muchas personas en estas redes.
En qué consiste ese alerta. Veamos. Y tomemos como ejemplo Facebook y Twitter, que son las más usadas en nuestro país. Pero vale también para la demás.
1) Uno puede interesarse en tener comunicación con una persona en Facebook y por tanto le solicita su amistad. Facebook pretende que eso solo se haga si uno conoce a la persona físicamente o que tal vez sea una persona muy conocida. La red así perdería sentido. La amistad se hace, precisamente, a través de ese medio y es comunicándose con cualquier persona en el mundo entero, que Facebook tiene sentido y utilidad como medio de comunicación.
2) Si solicitamos la amistad de alguien porque nos parece interesante, no significa que estamos de acuerdo con sus opiniones. Si comprobamos que la persona se aparta de la legalidad, tenemos la opción de eliminarla de nuestros amigos. Pero no creo que incurramos en delito si continuamos leyéndolo, puesto que podemos rebatirlo o alertar a quien competa sobre cualquier conducta ilícita.
3) Lo que si nos puede hacer incurrir en ilícito es apoyar una opinión contraria a la ley o difundirla sin aclarar que estamos en contra de ella.
4) Nadie está en la obligación de conocer el verdadero estado o perfil de una persona, condicionando de alguna manera el seguirlo o solicitarle amistad. Se cree en lo que de buena fe esa persona presenta como su perfil. Esto vale para Facebook, Twitter y otros.
5) En días pasados se supo de un joven que llegó a una ciudad que no era la suya, preguntó en Twitter dónde podía conseguir marihuana. Obviamente no se puede seguir a esa persona, muchos menos orientarla en lo que pide. Pero ese mensaje se debe participar a las autoridades.
6) Llego a pensar que si se quiere molestar o perseguir a personas incómodas a alguien público o privado, es factible que se le invite a seguir organizaciones o grupos en apariencia sanos, pero que si se averiguase bien, podrían ser redes que de algún modo se presuman ilícitas. Entonces, el usuario de buena fe, puede ser señalado por sus adversarios o enemigos, por ejemplo, como parte de una red de prostitución o pornografía ilegal. Dada la amplitud de formas en que uno puede presentarse en estas redes, así como que no se averigua nada, no hay controles, se permite el anonimato, etc. no es difícil dañar a alguien.
7) Pero por esas mismas razones, creo que lo lógico es que mientras no haya una apoyo expreso o inequívocamente presumible, a nadie se le puede sancionar por aceptar amistad o seguir a alguien que veladamente tenga otras intenciones.
8) Algunas veces llegan solicitudes de amistad o seguimiento, entre tantas posibles cada día, de personas que primero te saludan, te hablan de miles de cosas correctas y poco a poco revelan un fin de prostitución, conseguir el acceso al país, en fin, algo ilegal. Cuando se llega a esa situación, uno debe tomar precauciones, digamos que no contestando más. Pero también debe tener cuidado con el hecho que el rechazo en sí mismo no contenga una opinión que pueda traducirse en un delito contra las personas.
9)Todo el que lee una opinión, por ejemplo en Twitter, y la publica (retuitear) no significa que está de acuerdo con ella. Puede hacerse, inclusive, hasta con el sano propósito de poner en evidencia a los trasgresores de la ley. Puede reproducirse con aclaratoria, también.
10) Esas redes son equivalente a que hablemos en público de cualquier tema. En consecuencia, cada quien puede decir lo que quiera y responder por sus opiniones, pero no debe involucrar a alguien por el solo hecho de omitir una denuncia expresa. Son las autoridades las que deben hacerlo.
Como observamos, el cada vez más creciente entramado de las redes sociales, permite que se vaya especializando la sana opinión y aumente su utilidad, pero también las formas de delinquir. Por consiguiente, creo que debemos estar alertas, consultar y tomar precauciones.
Si usted quiere opinar sobre este largo comentario (pido excusas, pero vale la pena) hágalo, quítele o añádale, pero dele importancia. También lo puede publicar por cualquier medio y nos beneficiamos todos.
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