BÀJALE DOS.

El dìa de la concentraciòn de la oposiciòn en San Jacinto (7 de septiembre), cuando pasaba por la avenida tuve que reducir la marcha, casi detener mi vehìculo, pues los manfestantes casi no dejaban paso.
Detràs de mi venìa uno de esos hermosos ejemplares Sukong, con los cuales ha crecido la flota autobusera de servicio de transporte colectivo, cuyo conductor, al tambièn pararse, se sintiò amenazado de sufrir daños en el autobùs.
De eso me dì cuenta por lo que seguidamente contarè, pues en el momento no lo percibì.
Màs adelante, en el semàforo, sentì que me tocaron el vidrio y atendì muy gentilmente a un señor con chaqueta, quien me dijo una serie de cosas que no entendì por la bulla, hasta que vì que la luz del semàforo me indicaba que debìa adelantar.
Fue entonces cuando, sorprendido, oì las palabras finales del enchaquetado, quien era el conductor del Sukong y me dijo agradeciera Dios que no le habìan hecho nada a su vehìculo, ya que de lo contrario me habrìa "esfaratado" mi camioneta.
Nuevo concepto de la responsabilidad penal - pensè -, dirigida no al autor de los hechos, que serìan los manifestantes, sino a quien màs fàcilmente puede pagar los platos rotos.
!Ah ! y justicia expedita.

Comentarios

Entradas populares de este blog

COÑO DE TU MADRE

Muebles exóticos de Aragua.

Antigua Tabacalera Nacional, Maracay.