AMIGO, RIEGUE EL HUMOR
EL VENDEDOR DE JUGOS EN CONEJEROS Vicente Amengual Sosa abogadova@yahoo.com Recuerdo una película italiana en la que dos hermanitos, hembra y varón, son trasladados de una ciudad a otra muy distante, por un funcionario gubernamental adscrito a protección de menores. Los sacaban de un ambiente hostil, abandono, prostitución, etc. a compartir con una buena familia. Al principio del trayecto aquellos niños eran hoscos, huraños, amargados, pero en la medida que van avanzando en el viaje de varios días por carretera se familiarizan con el funcionario que los trata dignamente y con mucho afecto, juega con ellos y les cuenta chistes. Los niños dejan así escapar a esas otras personas afables y felices que llevan por dentro. Pero el día que culminan el viaje, próximos a una nueva red burocrática y a papeleos legale